Un foro de esperanzas renovadas y nuevos desafíos   Del 17 al 20 de abril se desarrolló en la ciudad de Buenos Aires, Argentina el IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/Sida e ITS. Este foro tuvo como lema “Latinoamérica y el Caribe unidos en la diversidad hacia el acceso universal”.

  Los ejes de acción y reflexión estuvieron relacionados con:

- La situación en lo que respecta al Acceso Universal en la región, sobre todo en lo relacionado con el tratamiento.
- Esfuerzos del Estado y la sociedad civil en torno a generar campañas efectivas para detener la pandemia y enfrentar situaciones que obstaculizan la prevención, tal es el caso de la falta de recursos, la inconsistente educación para la sexualidad y la homofobia imperante.

En el encuentro fue evidente cómo el VIH ha afectado de manera diferenciada a los países de América Latina y el Caribe, de acuerdo a los recursos que los Estados han destinado para la atención de esta situación, la legislación existente, el apoyo internacional y las condiciones culturales que posibilitan u obstaculizan la educación sexual integral.

En su discurso durante el cierre, la Directora de la OPS, Mirta Roses, hizo referencia a las brechas que aún persisten en la región y la necesidad imperante de centrar esfuerzos colectivos y organizados para acabar con la "agenda inconclusa de salud". Mirta Roses hizo un llamado a multiplicar esfuerzos encaminados a lograr la detección temprana de la infección y a combatir sus principales barreras que son el estigma y la discriminación, que impiden a las personas reconocer la importancia de los servicios de prueba y asesoría de VIH.

Las recomendaciones generadas por los expertos para seguir en la lucha contra el Sida en América Latina y el Caribe, versaron sobre cuatro ejes de atención:

1. Vulnerabilidades estructurales, políticas, sociales y epidemiológicas en América Latina y el Caribe: En esta primer destaca la construcción de soluciones conjuntas entre gobierno y sociedad civil, a fin de lograr una agenda social concertada y el fortalecimiento de la prevención y promoción de la Salud Sexual y Reproductiva, así como los Derechos Humanos de niños, niñas y adolescentes, a fin de integrarlos en la respuesta al VIH en la Región.

2. Atención y tratamiento desde el marco de diferentes Sistemas de Salud: Se advierte en este punto que el Acceso Universal no se limita sólo a la provisión de ARV, incluye todas aquellas acciones que permitan acceder a una calidad de vida digna y el bienestar de las personas con VIH y sus familias.

3. Cooperación y las iniciativas internacionales y regionales frente al avance de la epidemia: En este sentido, es prioritaria la necesidad de sustentar el cumplimiento de los acuerdos, declaraciones y compromisos asumidos por los países a pesar de los cambios en las autoridades gubernamentales. Dentro de estos compromisos se enfatiza en el acceso universal a tratamientos antirretrovirales de calidad.

4. Nuevos mecanismos de promoción y prevención en la realidad de América Latina y el Caribe: Aquí se evidenció la necesidad de asignación de recursos genuinos de los gobiernos para implementar políticas de prevención articuladas con la sociedad civil. Se debe tomar en cuenta para este esfuerzo que, a pesar de los avances y nuevas tecnologías de prevención recientemente difundidas, se reafirma el uso consistente del preservativo como el método más seguro y eficaz de prevención del VIH en población sexualmente activa.

Cabe destacar que el día 17 de abril se llevó a cabo la preconferencia interreligiosa y ecuménica sobre VIH/Sida, en las instalaciones de la comunidad judía (AMIA) de Buenos Aires, con la participación de varias organizaciones basadas en fe de América Latina y el Caribe, con el fin de compartir experiencias y definir nuevos rumbos para una inserción efectiva de este tipo de organizaciones en los esfuerzos nacionales y regionales para enfrentar la pandemia.

Representantes de varias iglesias luteranas en América Latina, participaron en este evento, además de un taller previo sobre formulación y evaluación de proyectos. Lo anterior, como maneras de integrar esfuerzos, compartir experiencias y tener facultades para gestionar recursos que potencien a las iglesias luteranas como espacios de inclusión comunitaria alrededor de la mesa de la solidaridad desde la experiencia de la resurrección.