A partir del 18 de febrero del 2003, bajo el nombre Casa Abierta, empezó a funcionar el lugar de cuidado en Alajuelita de San José. A partir de ese entonces ha sido una casa abierta para los niños que querían tener una persona adulta para hablar y jugar, alguien que les ayudara con las tareas y que les diera comida caliente a tiempo.
Es un proyecto piloto que surgió después de haber detectado la necesidad de aquellas madres solteras que tenían la urgencia de trabajar pero no podían porque no tenían quien les cuidada a sus hijos.
Con la sola intención de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las madres solteras, empezamos a realizar una serie de actividades solidarias vinculadas a las necesidades y problemas planteados por ellas.
Localizamos un espacio físico para comenzar a desarrollar el trabajo de albergue. A partir del 18 de febrero del 2003, bajo el nombre Casa Abierta, empezó a funcionar el lugar de cuidado en Alajuelita de San José.
A partir de ese entonces ha sido una casa abierta para los niños que querían tener una persona adulta para hablar y jugar, alguien que les ayudara con las tareas y que les diera comida caliente a tiempo.
¿Cómo trabajamos?
Actualmente tenemos 12 niños a nuestro cuidado con edades comprendidas entre 3 y 10 años.
En Casa Abierta no solo se cuidan los niños y se les alimenta, también tenemos un plan mensual que funciona así: en un mes deben aprender los niños, cuatro letras del alfabeto, una por semana, dos o tres colores, cuatro números, dos figuras geométricas.
Además, nuestros niños aprenden computación, estudios sociales, el respeto mutuo y respeto por la naturaleza.
Tenemos un horario que empieza a las 6:30 AM y termina a las 4:30 de la tarde.
La mayoría de niños que vienen son niños que no han empezado el kínder.
¿Quiénes somos?
De las 6 personas que estamos a cargo, dos son voluntarias de Alemania, además de una señora que vive y cuida la casa y otra, que es responsable del trabajo de mujeres y niños en la comunidad. El sueldo de esta lima señora es pagado por nuestra Iglesia, la Iglesia Luterana Costarricense.
Ninguna de estas personas recibe sueldo del dinero que los padres dan o del dinero. Por cada niño se recibe alrededor de US$2,5 por semana y una lista pequeña de comida que no sobrepasa los US$2.
Financiamiento
Al principio la casa se amuebló con dinero que dieron las familias de las primeras voluntarias que trabajaron en Casa Abierta. Nos hemos podido mantenernos un año con la ayuda de algunas personas particulares, nuestros compañeros de trabajo y el compromiso nuestro.
La Casa Abierta se mantiene del dinero que los padres pagan, además de lo que hemos recaudado de ventas que hemos realizado de juguetes y ropa usada que nos han donado.
Los padrinos que apoyan el proyecto son personas de Costa Rica y de otros países, en parte son las familias de los voluntarios que han venido a visitarles y de paso van a Casa Abierta y luego nos envían dinero de sus países, poco pero muy valioso para la iglesia.
Padres satisfechos
Tenemos bastantes niños que vienen y muchos padres satisfechos porque sus hijos tienen un lugar para estar, aprender y jugar, en lugar de estar viendo televisión todo el día.
Hemos podido motivar a los padres a comprar una póliza, con el fin de que aseguren a sus niños.
Hay familias que están en fila esperando acceder a nuestro espacio. Desafortunadamente tenemos espacio sólo para 10 o 12 niños, pero a futuro esperamos tener más capacidad física para atender las demandas de la población.