El Devocional fue construido a partir de una reflexión y dinámica en tres momentos o estaciones diferentes alusivos a los temas de la tierra, el silencio y la discriminación. En la primera estación se introducen los temas de la pobreza, la violencia, exclusión, dominio y patriarcado. En esta estación se invitó a los participantes a tomar tierra en sus manos y reflexionar sobre el texto:
"Sin haber ensuciado tus manos es imposible conocer a Dios".
La segunda estación; el silencio se representa mediante una dinámica de reflexión y experiencia, donde algunos participantes les fueron puesta cinta en la boca y las manos atadas. Esta representación nos muestra como las Mujeres han sido adoctrinadas para cumplir los roles impuestos por la sociedad según la lógica patriarcal. Cabe recordar las palabras de Anne Frank:
"Podrán callarnos, pero no pueden impedir que tengamos nuestras propias opiniones".
Para finalizar este recorrido de reflexion se termino con el tercer elemento la discriminación, donde se representó a la mujer y su situación de discriminación y violencia y leemos el siguiente texto:
"Hoy les digo: Quiero que nos respeten. Soy Mujer de la Tierra, fuerte como el árbol que resiste al viento, como el junco en la corriente, firme como la montaña más alta, frágil como el colibrí y dulce como los atardeceres".
Encendemos una luz por las mujeres que con su lucha crearon el Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras en Textiles, lo cual inspiró a la fundación de organizaciones dedicadas a defender los Derechos de la Mujer, tales como la Salud, Sanidad, Educación. Una de estas organizaciones es ASTRADOMES, que impulsó la aprobación del convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras domesticas, convenio que Costa Rica pretende suscribir con la Organización Internacional del Trabajo OIT.
En este Devocional se realizó para orar, animar y apoyar a todas aquellas Mujeres que luchan por el derecho a decidir y caminar juntas por la Justicia, el Amor y la Soberanía de sus Cuerpos.