La Comisión de Mujeres de la Iglesia Luterana Costarricense tuvo a cargo el Devocional de este mes de marzo 2010. En esta ocasión se dedicó este espacio litúrgico al Día Internacional de la Mujer, a quienes nuestra iglesia felicita y desea muchas bendiciones.
Nombre de autor: Comunicación y Relaciones
Más que una celebración este Devocional fue una oportunidad para reflexionar y recordar que este día es el reconocimiento a la lucha de las mujeres por sus derechos fundamentales y especialmente por su desarrollo integro como persona y ciudadana. A pesar de algunos logros alcanzados en la lucha por la igualdad, aún hoy día la mujer continúa siendo víctima de discriminación y violencia.
Este Devocional se inicio con lectura Bíblica de Marcos de donde tomamos el siguiente pasaje:
“Esta mujer ha hecho lo que ha podido; ha perfumado mi cuerpo de antemano para mi entierro. Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie la Buena Noticia, se hablara también de lo que hizo esta mujer y así será recordada”
violencia sigue siendo una realidad devastadora en todas partes del mundo. La eliminación de la violencia y discriminación contra la mujer sigue siendo uno de los desafíos más grandes de nuestra sociedad. Todo el mundo tiene la responsabilidad de actuar ante la violencia e impulsar en entorno político y social en el cual no se tolere la violencia contra las mujeres.
Este evento se complementó con el taller de capacitación “Algo de ser hombres y mujeres. Masculinidad y Feminismo” facilitado por la Psicóloga Ruby Zárate, quién compartió importantes conocimientos sobre este interesante tema de género. La participación de Ruby ha sido parte de las acciones que la ILCO ha venido fomentando para promover un cambio personal y social que garantice Derechos Humanos fundamentales y poner fin a tanta injusticia. El día Internacional de la Mujer surge para defender el derecho de las mujeres a una vida más justa y agradecerles su aporte a la vida, la sociedad y la familia.
“La autonomía se trata se luchar por un conjunto de derechos que se comparten con los hombres, pero se requiere de un conjunto de derechos solo para las mujeres, un conjunto de derechos que aseguren la libertad de las mujeres. La autonomía es un pacto social, en donde la mujer debe ser muy activa, mujeres que se mueven no solo como victimas, sino además como agentes de cambio. No hay autonomía si no revolucionamos el esquema mental” nos comenta Ruby Zárate.
Como conclusión expresamos que es obligación de todo sistema político y social el de brindar a las mujeres igualdad e instrumentos jurídicos que le protejan de la violencia, haciendo valer la justicia y proporcionar recursos a las víctimas. El incumplimiento de esas obligaciones es inaceptable. Cuando el Estado no exige responsabilidad a los autores de actos de violencia y la sociedad consienta esa violencia, seguiremos por un camino, el cual estará fomentando más violencia, más abusos e incluso pensar que la violencia del hombre contra la mujer es aceptable y normal.
También dedicamos esta felicitación a todas las mujeres de nuestras comunidades y compañeras de ILCO, que Dios les bendiga grandemente.
Fuente: Participación