La Iglesia Luterana Costarricense estuvo presente junto a mujeres y hombres con un mismo sentir, un mismo objetivo de demostrar una vez más que esta celebración además de representar logros en materia de derechos humanos, hacer un llamado de atención ante la violencia que afecta a las Mujeres.
La Iglesia Luterana se une a esta celebración, iniciando la semana con un devocional para orar por estas iniciativas de esperanza y recordar la lucha de las Mujeres que han forjado caminos y han hecho valiosos aportes para detener la violencia y reivindicar sus derechos.
La iglesia reconoce que nuestra sociedad está enferma por una cultura patriarcal y machista violenta, en todos los espacios de la vida; reconocemos que la religión ha sido una herramienta utilizada para controlar, minimizar, denigrar y discriminar a las Mujeres. Entonces como iglesia tenemos una deuda histórica con cada Mujer que sufrió y sufre cualquier tipo de violencia sustentada en miedos basados en el fundamentalismo religioso.
A las iglesias nos corresponde en sintonía con el Evangelio defender los valores y criterios del Reino de Dios anunciado por Jesús, razón por la cual la Iglesia Luterana Costarricense define sus acciones desde un fundamento teológico, una perspectiva espiritual basada en el Respeto, Inclusión y Solidaridad.
Desde la Iglesia Luterana sabemos que para avanzar en la tarea de equilibrar la balanza y “no dejar a nadie atrás” debemos actuar juntas y de manera urgente para revertir la desigualdad que afecta principalmente a las mujeres, por ello nuestro llamado es a trabajar en alianza en las acciones y propuestas expresadas en la Declaración de Justicia de Género de ACT en América Latina y Caribe, adoptada por la 3ra. Asamblea de ACT Alianza el 31 de Octubre de 2018.
