Cientos de personas marcharon este 8 marzo 2018, bajo la consigna Ni una Menos, en conmemoración al Día Internacional de la Mujer, en una caminata a paso firme haciendo historia, tomando las calles de San José y con valor forzando avances de Inclusión y Equidad, que este año se vieron reflejados tanto a nivel de conciencia como organizativo.
Descargar pronunciamiento: Día Internacional de la Mujer
La Iglesia Luterana se une a esta celebración y desde temprano se inició el día con un Devocional para dar gracias a Dios por estas iniciativas de esperanza. El devocional es un espacio de reflexión, canto y oración que hoy nos recuerda la lucha de las Mujeres que han forjado caminos y han hecho valiosos aportes para detener la violencia y reivindicar sus derechos.
La iglesia reconoce que nuestra sociedad está enferma por una cultura patriarcal y machista violenta, en todos los espacios de la vida; reconocemos que la religión ha sido una herramienta utilizada para controlar, minimizar, denigrar y discriminar a las Mujeres. Entonces como iglesia tenemos una deuda histórica con cada Mujer que sufrió y sufre cualquier tipo de violencia sustentada en miedos basados en el fundamentalismo religioso.
Como iglesia actuamos para educar y formar desde un ambiente de Amor Inclusivo, en equidad y dignidad de todas las personas; desarrollando acciones concretas en contra de la violencia. Lamentablemente también la violencia se ha incrementado y ante este desafío se hace indispensable que la población, organizaciones, iglesias y medios de comunicación asuman su responsabilidad, especialmente ante la falta de voluntad política. Tampoco aceptamos el fundamentalismo religioso ni las expresiones contra los movimientos feministas, que siempre están dirigidas en detrimento de los logros en los Derechos Humanos y las poblaciones históricamente discriminadas.
A las iglesias nos corresponde en sintonía con el Evangelio defender los valores y criterios del Reino de Dios anunciado por Jesús, razón por la cual la Iglesia Luterana Costarricense define sus acciones desde un fundamento teológico, una perspectiva espiritual basada en el Respeto, Inclusión y Solidaridad.
“Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción”. Lucas 7:9.