Desde la Pastoral Migrante de la Iglesia Luterana Costarricense, conmemoramos un año más de lucha por la igualdad y el respeto a los derechos de las mujeres.
Han sido las mujeres, luchadoras que han guiado por siglos el camino de la igualdad, con valor y demostrando que con esfuerzo y emprendimiento se puede lograr una mejor calidad de vida para sus familias, llevando en sus maletas un sueño de esperanza.
Ante las violaciones que sufren las mujeres, como explotación laboral, acoso, discriminación, la pastoral Migrante hace un llamado al pueblo costarricense a continuar alzando la voz, exigiendo el derecho de todas las personas a una vida sin violencia y las mujeres no son una excepción.
La coordinadora de la pastoral Migrante Sra. María Obregón nos comenta que:
“No solamente el 8 de marzo, sino que también todos los días del año seguimos adelante para una vida con inclusión y reconocimiento de las capacidades laborales, sociales y educación. Que este día sea una manera de recordar que somos activas y no dejarnos caer”
Recordemos que, en la Biblia, las mujeres desarrollaron un papel activo y participaron de manera directa y comprometida en la obra cristiana, y se destacaron por la misión que realizaron, y a pesar de la exclusión trataron de hacer algo distinto a lo establecido por la sociedad”