Antecedentes
En el mes de mayo de 1994, en la región de Sarapiquí, frontera Norte con Nicaragua, la Iglesia Luterana hizo presencia solidaria con alimentos y celebraciones de cultos a los trabajadores bananeros en huelga ante la transnacional Geest Caribeam, compañía que explota el banano para enviarlo a Europa.
Los trabajadores fueron reprimidos causándoles varios heridos y tanto nicaragüenses como costarricenses fueron despedidos. La Iglesia brindo apoyo pastoral y humanitario a los despedidos, principalmente, albergue a los heridos.
Como iglesia escuchaba horrorizada la historia de terror que esa gente contaba. Ante aquella situación la Iglesia no podía quedarse de espaldas. Entonces a partir de ese momento, se hizo solidaria en la lucha de los trabajadores y en contra de la violencia.
Esta presencia de la Iglesia trajo como frutos una relación cada vez más estrecha con los migrantes nicaragüenses que llevó a la constitución de un programa de apoyo en la reflexión de su fe como extranjeros (como el pueblo de Israel) y con acciones para facilitar trámite documentales, mantener la identidad cultural y buscar alternativas de producción y trabajo.
A través de los años, muchos nicaragüenses han participado activamente en la celebraciones culturales en la diversas comunidades de fe luteranas de San José y Sarapiquí.
Logros y Aciertos
- Buen conocimiento de derechos e deberes migratorios en nuestra población meta.
- • Conocimiento en el interior de las comunidades y en medio a otras instituciones y organizaciones del trabajo de la ILCO con migrantes. Somos referencia para el tema en el escenario nacional e internacional.
- El tema y los eventos culturales tienen excelente aceptación y participación por parte de la población meta. .
- La Iglesia Luterana y la Pastoral Social de la Diócesis de la Iglesia Católica de Limón realiza diversas actividades de capacitación y se publica un Boletín conjunto al servicio de la causa de los migrantes desde la perspectiva cristiana llamado “ Caminemos Juntos”.
Desafíos
- Potenciar y canalizar la estrategia cultural
- Aprovechar los talleres para informar y criticar la Nueva Ley de Migración y buscar metodologías que nos permitan trabajar más el elemento cultural.
- Buscar suplir las necesidades legales para tramitación de papeles.
- Enfrentar el problema de la nueva ley a través de afiches y folletos periódicos.
- Lo productivo necesita ser reactivado. Ya hay producción pero falta activar la comercialización.
- Mover las comunidades para enfrentar cuestiones de legalización y de la nueva ley de migración.