El programa de Migrantes de la Iglesia Luterana Costarricense esta dirigido a un compromiso en la promoción, atención y apoyo a Migrantes nicaragüenses en situación de exclusión social, quienes son víctimas de leyes que no les permiten tener una vida digna.
La migración es la defensa ante una situación amenazante para la vida de la persona y su familia y la cual obliga a poblaciones enteras a buscar mejores condiciones sociales. Pero estos movimientos de gente siempre están vinculados con prejuicios y marginalización que atentan contra los Derechos Humanos.
En Costa Rica este 01 de Marzo de 2010, entró en vigor la Nueva Ley de Migración número 8764 la cual hizo modificaciones de redacción a la anterior ley 8487. Aquí se crean nuevos impuestos, multas a quienes sobrepasen su permanencia legal, pero además la restricción de matrimonios con costarricenses, con implicaciones en el tipo de residencia a otorgarse, y comprobación de dicha relación. A esto se suman una serie de requisitos, en los que se encuentra la inscripción de la persona extranjera ante el registro consular de su país de origen y altos costos fijados en dólares. Por ejemplo se establece una multa de $100 mensuales para los extranjeros que permanezcan en territorio costarricense sin la autorización para hacerlo.
Hermanas y hermanos, este trabajo de enfrentar nuevas discriminaciones, no podrá ser de éxito sino se desarrolla un trabajo conjunto con las comunidades de fe; con ellas y para ellas. Aún existen muchas personas que están en situación irregular y que no poseen información de esta ley y por lo tanto están completamente desprotegidas. El trabajo de la Comisión de Migrantes de la ILCO esta dirigido no solamente en informar sino también en buscar otras formas de lograr impacto e incidencia en estos esfuerzos. Una vida digna está por encima de otras cosas y ante una amenaza donde la nueva ley apunta hacia una situación de “muerte” se debe promover el respeto, diálogo y reconocimiento en la población migrante nicaragüense; pero siempre enmarcado en la defensoría de los derechos humanos.
La Iglesia Luterana Costarricense en su Misión por acompañar y brindar apoyo a la población Migrante viene trabajando con siete comunidades migrantes y la implementación de esta nueva ley, nos obliga a buscar nuevas formas de lograr impacto e incidencia en la promoción de la vida de las personas y de las comunidades y devolver a la vida su prioridad, contrarrestando la propagación de leyes inhumanas.
Autor: Geraldina Álvarez.