Iglesia Luterana Costarricense

una iglesia sin paredes.

Una juventud viviendo el presente y construyendo el futuro en una iglesia siempre en Reforma

La ILCO, consiente de que los niños, niñas y jóvenes son el presente de nuestra iglesia, de nuestra sociedad, asume en gran medida la responsabilidad de gestar espacios de participación para ellos y ellas en los diferentes ámbitos de trabajo DIACONICO y de DECOFE, brindando herramientas y estimulando a crear y recrear una conciencia crítica frente a la realidad.


La juventud costarricense, y no se puede dejar de lado a la juventud migrante, necesita espacios y oportunidades que contribuyan al desarrollo de sus potencialidades y al ejercicio de sus derechos como ciudadanos(as). Se cree que la juventud debe ser la protagonista de nuestra iglesia, de nuestra sociedad; pero para que esto sea posible se hace necesario (y más que necesario es un derecho), proveer espacios donde la juventud se identifique, donde la juventud se apropie y genere acciones de cambio.

Ya es hora de abrir esos espacios. La Iglesia Luterana Costarricense desde sus inicios en el país valora el aporte de los y las jóvenes de manera que a la juventud se le promueve a ejercer sus derechos, aportar sus ideas y compartir los esfuerzos de construir entre ellos y ellas un futuro con más y mejores oportunidades, partiendo lógicamente del presente en compromiso.

Bajo esta perspectiva, la Iglesia Luterana acompaña y contribuye forjando a la mujer y al hombre del hoy y del mañana hacia una sociedad más democrática que genere oportunidades de inclusión, en donde se les respete y garanticen los derechos a nuestra juventud, entre los que podemos mencionar derechos sociales, económicos, políticos, religiosos, culturales, de nacionalidad y civiles; de tal manera que esto permita generar una vida digna y de calidad humana y espiritual.

Con la finalidad de poder caminar y acompañar a los y las jóvenes, se ha venido generando un trabajo paulatino en las diferentes comunidades, trabajo que ha llevado a experimentar que realmente la juventud está en un alto riesgo de vulnerabilidad frente a la población adultocéntrica de la sociedad. La misión de la Comisión de Juventud de la ILCO es primeramente crear conciencia de esto en la población adulta de la Iglesia, para seguir promoviendo los derechos de la juventud en todos los ámbitos.

Para la ILCO es también importante saber qué dice El Estado al referirse a la población juvenil, qué dice de su participación en las políticas públicas de la juventud. De acuerdo a lo indagado, se sabe que el 25 de octubre del año 2003, la Asamblea Nacional de Red Consultiva de la Persona Joven aprobó el documento de Políticas Públicas de Juventud.

Palabras de la Directora Ejecutiva del Consejo de la Persona Joven, Tatiana Mora Alpízar: “la Política Pública de la Persona Joven constituye el horizonte orientador de las respuestas de la sociedad costarricense para hombres y mujeres entre 12 y 35 años, población que demanda servicios a la vez que aporta significativamente al desarrollo nacional y posee un potencial de oportunidades para construir alternativas a los retos del desarrollo social, económico, político y democrático del país. Con certeza, la Política Pública de la Persona Joven ofrece los elementos necesarios para articular recursos y actores, y orientar la formulación de planes de acción con y para las personas jóvenes”

En la ILCO se está de acuerdo con esta intención, siempre y cuando sea equitativa y tenga en cuenta todos los sectores de nuestra juventud.

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