Iglesia Luterana Costarricense

Juvenil Festival de la Juventud luterana.

Cultural

La Comisión de Juventud dirige su trabajo a promover capacidades organizacionales, culturales y de recreación como una forma de estimular la creatividad y este Festival anual de la Juventud Luterana lo pone en manifiesto. En estos espacios los jóvenes tienen la oportunidad de desarrollar una conciencia crítica sobre su realidad y al mismo tiempo disfrutar de un maravilloso día de amistad y alegría.


En esta ocasión se organizaron actividades tales como; fútbol, música, baile, comidas, exposiciones, juegos y payasos. También se invitaron a las comisiones a hacer una presentación de su trabajo y en lo posible ofrecer dinámicas que instaran a los jóvenes a participar. De las Comisiones que mostraron su compromiso y responsabilidad con las futuras generaciones están las siguientes; Niñez, Juventud, Migrantes, Comunicación y Hermandades. También participaron representantes de la Asociación de Mujeres Esperanza Viva y La Comunidad de Guatuso con una exposición de artesanía indígena.

La combinación Comisión de Juventud y Fútbol por la Vida resultó en un programa juvenil lleno de interesantes actividades que hicieron de este día un encuentro de hermandad entre las diferentes comunidades juveniles de la Iglesia Luterana en Costa Rica. De los lugares más alejados vinieron buses llenos de alegres jóvenes, quienes rápidamente invadieron las instalaciones de la ILCO.

Inmediatamente se sirvió el desayuno, para luego pasar a los juegos, la música y las dinámicas que dieron inicio a la fiesta. Por supuesto no faltaron los dulces y aunque dan caries; ese día se terminaron rápidamente. Las dinámicas se desarrollaron alrededor de juegos, como el futbolín, partidos de fútbol y un quiz de preguntas en el cual los participantes tuvieron la oportunidad de ganar premios de los Estados Unidos, los cuales fueron obsequiados muy cordialmente por los padres de Kristal.

También participó el Líder de la mesa Indígena de la Comunidad de Quitirrisí Sr. Oldemar Pérez, quién ofreció una ofrenda a la Madre Tierra, un Sumerio en donde se compartió el humo de este ritual de fuego, aroma y agradecimiento a nuestro planeta.

Ya para finalizar no podían faltar los payasos que deleitaron a todos con sus divertidas aventuras y bromas, invitando a los presentes a un viaje por un mundo fantástico y mágico.

Para recordar este día se entregaron brazaletes de colores como símbolo de compromiso y participación en el quehacer de la Juventud de la Iglesia Luterana Costarricense.

Fuente: Participación

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