Cada una de estas comunidades, como es el caso de Puente Salitre cuenta con líderes activos que buscan una mejor vida a su pueblo y en su caminar de Justicia han visitado las instalaciones de la Iglesia Luterana Costarricense, en donde se ofrece estadía y asesoramiento legal. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de conversar con el Sr. Santiago Figueroa Ortiz, quién se encontraba en San José tramitando dos importantes proyectos, la construcción del Puente sobre el Río Akum y el Acuadecto en la región de Salitre.
El albergue de la ILCO se ha convertido en un espacio de convergencia de historias de lucha y esperanzas, en donde los viajeros encuentran un lugar de descanso en su camino y a la vez comparten experiencias de una realidad práctica basada en la capacidad organizativa de las comunidades indígenas.
Don Santiago es actualmente coordinador y representante de la Comunidad de Salitre ante las instituciones gubernamentales y en esta ocasión nos comentó que la falta de un puente en la comunidad limita el desarrollo, al no poder darse transporte público, ni de materiales. También esta situación ya ha cobrado varias vidas; pero gracias a los esfuerzos de los líderes comunales se van dando pasos seguros hacia el éxito de estos proyectos.
Otra situación de emergencia es la sequía que afecta a la comunidad durante los meses de febrero hasta abril, lo que requiere una construcción inmediata de un acueducto que supla de agua a la comunidad, mejorando la calidad de vida de la población. Las gestiones de Santiago ante las autoridades correspondientes demuestran una vez más la capacidad de este pueblo por desarrollar procesos de incidencia en los marcos legales. Sin embargo estas experiencias no han sido tomadas en cuenta en la elaboración de políticas que fortalezcan una gestión integrada, sostenible y equitativa del recurso natural en las poblaciones indígenas.
Pero a través de estos relatos de vida queremos que estas experiencias exitosas dejen una enseñanza y ejemplo a todos los sectores sociales, interesados de dotar a Costa Rica de gestiones democráticas, inclusivas, descentralizadas y participativas en cuestión de los derechos humanos.
“Si no fuera por instituciones amigas los indígenas no hubiéramos tenido la oportunidad de conseguir medios necesarios, con los cuales actualmente no contamos. La ILCO ha demostrado ser un estímulo de hermandad y siempre atentos a los indígenas, muchas gracias”, nos dice Santiago.
Fuente: Entrevista