Hoy les presentamos un nuevo testimonio de la lidereza indígena, Carmen Villanueva, quién nos cuenta su lucha por la reivindicación de los derechos del pueblo indígena Cabecar de Ujarrás, territorio localizado en el Cantón de Buenos Aires de la Provincia de Puntarenas. Carmen es la actual Presidenta de la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Integral Indígena, en donde la Junta Directiva es el gobierno local.
En una reciente visita a la Iglesia Luterana Costarricense, donde recibió el apoyo del Programa Indígena Area Jurídia, comenta que el motivo de su viaje ha sido denunciar ante la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (DINADECO) –que se encarga de todo lo relacionado con las Asociaciones de Desarrollo-, los procedimientos ilegales que se han dado en su comunidad, cuando un grupo de personas no indígenas y algunas personas indígenas, se organizaron para destituir la junta directiva, así como para nombrar un delegado a la asamblea y elección de los directivos de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (CONAI).En la misma asamblea arbitraria, las personas indígenas y no indígenas que promovían esta situación llegaron al extremo de expulsar a Carmen como afiliada de la Asociación. Al respecto Carmen, nos comenta:
“Yo siento que estos dirigentes indígenas han sido manipulados y mucha de la culpa la tienen los NO indígenas que viven dentro de los territorios y han amenazado la población obligándolos a votar por el dirigente que ellos mismos designaron. Uno de sus objetivos es lograr sus pretensiones y destituirme como presidenta”.
Este asunto, que se relaciona con varios temas, es especialmente grave, porque se trata de acciones que realizan las personas interesadas, supuestamente a sabiendas de que la lidereza indígena no hará nada, ya que es madre de un niño de pocos meses, lo cual los hace suponer que eso le impedirá acudir hasta la capital a reclamar sus derechos.
Sin embargo, en el caso de este valiente mujer, eso no ha sido obstáculo, y como se nota en la foto que titula este artículo, doña Carmen vino con grandes sacrificios a San José, en compañía de su hijo.
La lucha de los indígenas de todo el país, contra los actos de manipulación de la CONAI se ve reflejada en este caso. Esa institución pública indigenista, es integrada por una Asamblea a la que acuden los representantes de las Asociaciones de Desarrollo Integral Indígena de todo el país.
Como para ciertos sectores de Ujarrás era vital apoyar a la CONAI, se organizó una Asamblea que eligió a otra persona como delegado a la CONAI y destituyó a Carmen como Presidenta de la directiva de Ujarrás y como afliada. Esto se entiende por los actos de manipulación que suceden cada vez que hay Asamblea de la CONAI, que desde hace más de 15 años es criticada porque no realiza ninguna actividad importante en las comunidades indígenas y porque casi el 80% de su presupuesto se va en el pago de salarios.
Este caso particular de la elección del representante por parte del territorio Cabécar de Ujarrás a la asamblea de CONAI se realizó sin previo consenso con la Junta Directiva y se sospecha que se trata de una persona no indígena, que ha estado vinculado històricamente desde el punto de vista laboral con CONAI.
Carmen es una de las muchísimas liderezas indígenas que están enfrentado los actos de afectación a los pueblos indígenas con la fortaleza que solo la cosmovisión indígena infunde, ella como otros lideres indígenas apoya la autonomía y aboga por la aprobación de la Ley de Autonomía de los Pueblos Indígenas, que desde hace 17 años se encuentra esperando su aprobación en la Asamblea Legislativa de la República.
Carmen asume su papel de lucha sin dejar de ser madre, por eso en sus travesías carga amorosamente a su hijo, como expresión de que la lucha también incluye a las mujeres (aunque a ellas el sistema les imponga más obstáculos).
La Iglesia Luterana Costarricense, a través del Programa Jurídico ha venido acompañando este proceso de defensa de la lidereza indígena, junto con otras organizaciones que la apoyan como el Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FENAPI), y la Asociación Regional Indígena del Dikes (ARADIKES). Juntas estas organizaciones con los movimientos indígenas de base de las comunidades mantienen la resistencia en defensa de sus tierras y costumbres.
Carmen es el ejemplo de la mujer indígena, ella representa una manera de asumir la lucha de las mujeres por su igualdad real, apoyando la lucha de los derechos indígenas con el mismo tono con que hace lo mismo con la lucha por los derechos de la mujer. Autor: Rubén Chacón Castro (Coordinador Programa Indígena-Área Jurídica).