Cabagra
La congregación Betania de Carit de Puriscal realizó una visita de solidaridad a la comunidad de Cabagra. Del 12 al 14 dejunio, se desarrollaron actividades diversas.
Nombre de autor: Pastor Gilberto Quesada.
Durante estos tres días, las actividades estuvieron dirigidas a promover un acompañamiento de hermandad que desde hace varios años se ha venido realizando por el Programa Jurídico Indígena.
Esta visita forma parte de una estrategia institucional para fortalecer el acompañamiento vía sur-sur, mediante el cual comunidades de la ILCO se hermanan y fortalecen una cooperación en estos tiempos de crisis.
Dicha propuesta viene a cubrir las deficiencias presupuestarias que enfrenta la ILCO, las cuales le han llevado a suspender la presencia sistemática en estas comunidades indígenas. Regiones que se encuentran alejadas y exigen de altos costos en la coordinación de actividades. Sin embargo la iglesia anima a sus congregaciones para que asistan con recursos locales a dichas comunidades al menos tres veces por año.
En este contexto la congregación de Carit de Puriscal visitó esta Comunidad Indígena que brindó una calurosa bienvenida. Después de unas 9 horas de viaje ya las tiendas de campaña estaban en su lugar y se dio inicio a la preparación de la comida.
Muy de mañana del siguiente día se iniciaron las actividades, las cuales empezaron con un refrescante baño en el río del lugar. Al mismo tiempo empezaban a llegar las primeras familias, quienes con sus coloridos trajes decoraron el Rancho. Rostros alegres de niños, niñas, jóvenes y mujeres llenaron el ambiente con alegría y hermandad.
Este encuentro estuvo lleno de actividades, juegos con la niñez, capacitaciones a las mujeres y a la juventud, pero además se distribuyó ropa nueva y usada, víveres y muchos regalos que fueron disfrutados grandemente por la población.
El Domingo fue el día de Fiesta, en donde la mesa comunitaria, recibiría una 60 personas a la Santa Cena, la cual fue acompañada por cantos y reflexiones sobre el texto de Marcos 4:26-34, en donde se habla del crecimiento de la semilla:
“Y es que la tierra produce por si misma, primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano esta maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”
Una parábola que en el contexto indígena es esencial; porque en estas zonas ancestrales la devastación y destrucción de la naturaleza ha sido enorme por parte del blanco. Esta situación ha provocado que las poblaciones indígenas no tengan semillas, ni frutos y ni recursos que les permita una vida justa. A pesar de todo, la fuerza del evangelio nos recuerda que somos responsables de continuar colocando la semilla y que Dios nos bendice con la cosecha.
Una invitación a seguir sembrando y un recuerdo de que no puede haber Reino de Dios sino existen frutos suficientes para saciar el hambre de las gentes.
Agradecemos a la comunidad que nos recibió y nos alentó con su perseverancia y la iglesia agradece al liderazgo local que gestionó parte de los recursos para que la gira fuera posible.
Fuente: Participación