La Iglesia Luterana Costarricense se manifiesta en contra del atentado al líder indígena Sergio Rojas Ortiz, quién este lunes 17 de setiembre del 2012 fue atacado por personas no identificadas, quienes dispararon en varias ocasiones cuando se dirigía a su casa.

Sergio es dirigente de la comunidad indígena, la cual desde hace varios años lleva a cabo procesos de recuperación de tierras que les han usurpado intereses no indígenas,tales como grandes ganaderos y recientemente de comercializadores de la tierra.

En Salitre hay varias zonas recuperadas por familias indígenas, y esto ha provocado la reacción de las personas no indígenas que ilegítimamente las ocupaban, al grado de que, como en el caso de Rojas Ortiz, vienen siendo sistemáticamente amenazadas.

Algunos de estos casos están en investigación por el Poder Judicial, pero esto no garantiza que las amenazas no se den, y mucho menos estas acciones que ahora denunciamos.

La Iglesia Luterana Costarricense viene apoyando procesos judiciales de recuperación de tierras en este territorio, a través de su Programa Indígena –Area jurídica-.

Inclusive en nuestra página web se han descrito tales procesos, desde hace varios años y en el siguiente enlace pueden acceder al documento: Recuperación de Tierras en Salitre.

El problema fundamental de estos casos judiciales, es que en promedio duran hasta 4 años en ser resueltos por la jurisdicción agraria, y hay uno emblemático que tiene 10 años en juicio. Irónicamente al tratarse de tierras inalienables desde al menos el año 1956, engeneral los procesos judiciales se fallan a favor de las comunidades indígenas. Sin embargo el juicio debe llevarse a cabo siguiendo pasos que lo hacen lento y a veces desesperante, esto evidencia un problema de acceso a la justicia.

Se cree que ninguna persona no indígena que tenga tierras en Salitre, alcance siquiera la posibilidad de ser indemnizada, pues de acuerdo a la legislación deberán ser expulsadas sin derecho a que se les pague suma alguna. Esto es así porque se trata de usurpadores de tierras. Los intereses no indígenas conocen esa situación, por eso durante años se han aliado a sectores políticos interesados, para tratar de que se les indemnice, o en el mejor de los casos, para lograr reformas legales que les den derechos de propiedad.

Las personas de la comunidad indígena de Salitre han tenido esperanza en los procesos judiciales, pero no están dispuestas a esperar tanto tiempo. Del mismo modo, saben que los invasores no tienen derecho alguno a ser pagados para salir de estas tierras. E igualmente, conocen las alianzas que con sectores políticos interesados están tratando de hacer estos invasores de tierras. Por esa razón es que la comunidad indígena de Salitre se ha organizado, y recupera cada vez más tierras por todos los medios, incluso la ocupación, porque se trata de un acto legítimo.

La Iglesia Luterana Costarricense,a través de su Programa Indígena –Area jurídica-, se une a los procesos de solidaridad que han expresado la Mesa Nacional Indígena, la Asociación Aradikes, y otras organizaciones como el Frente Nacional de Pueblos Indígenas FRENAPI, el Servicio de Paz y Justicia Capítulo Costa Rica SERPAJ, entre otras, e insta a las autoridades nacionales a garantizar el derecho a la integridad física y a la vida de las personas comunitarias indígenas, al menos como una medida compensatoria ya que el Estado no ha hecho lo propio con relación al derecho territorial indígena.

Si estos hechos se recrudecen, los responsables serán el Estado y las instancias políticas locales que atizan la discriminación contra los pueblos indígenas.   

Autor: Rubén Chacón