Comunicado 1 de Mayo
Por eso, porque queremos seguir sus pasos, estamos en la Marcha de los Trabajadores/as, este Primero de Mayo del 2010.
Venimos a anunciar la Buena Noticia de que es posible derrotar al Mal y a la Injusticia, reflejados en la explotación minera a cielo abierto en Crucitas y la complicidad de los poderosos con esa explotación reflejada en la promoción de leyes que atentan contra las personas trabajadoras del sector público, como el Proyecto de ley de Empleo Público; la emisión de decretos y directrices gubernamentales que irrespetan la autonomía del movimiento sindical y procuran chantajear a los sectores trabajadores, utilizando fondos públicos para privatizar activos –como los muelles, que son de toda la ciudadanía.
Venimos a anunciar que los que estaban ciegos, verán la luz, porque cada vez somos más las y los costarricenses que logramos ver las causas profundas de la corrupción, de las desigualdades, de las discriminaciones, de las exclusiones. Cada día somos más quienes alzamos la voz para denunciar la cada vez más desvergonzada influencia del Poder Ejecutivo en los demás Poderes de la República, la concentración de la riqueza y del capital en cada vez menos manos, el lucro escandaloso de grandes financieras y bancas nacionales y transnacionales que, además, evaden el pago de impuestos que deberían pagar por sus inmensas ganancias.
Venimos a anunciar la libertad a las personas cautivas, porque cuando el pueblo se une y se organiza para luchar por lo que es justo, no hay cadenas que logren contenerlo ni se puede criminalizar la lucha y protesta social porque eso es violentar los derechos humanos.
Venimos a anunciar la buena noticia bíblica del Año de Gracia del Señor, es decir, aquel año en que todos las personas: niños, jóvenes, adultos mayores, en esclavitud recobraban la libertad; todas las deudas contra las personas empobrecidas eran perdonadas, todas las tierras y propiedades concentradas en manos privadas, se devolvían a las comunidades. Aquel año en que se dejaba descansar el campo para que luego produjera más y mejores frutos, todo esto es posible aquí en la tierra por parte de las personas trabajadoras del campo, pero tenemos que trabajar para alcanzarlo.
Venimos a marchar, como seguidoras y seguidores de Jesús, como ciudadanas y ciudadanos costarricenses, como personas que amamos la paz que nace de la justicia, la Justicia que debería nacer del Buen Gobierno, el Buen Gobierno que debería nacer al poner a las personas por encima del Capital y a la búsqueda del Bien Común, por encima del afán de lucro.
El inicio del nuevo periodo de gobierno debería ser tiempo de oportunidades: oportunidad para promover unidad y organización, para seguir analizando y proponiendo documentos como el de “Las Diez Medidas” que proponen un medio para atacar el desempleo y enfrentar la crisis, pero también para luchar por su cumplimiento, para forjar esta Democracia de del pueblo, que es el instrumento social que tenemos como costarricenses para enfrentar los mandatos que el Capitalismo Salvaje, nacional y transnacional, ha venido tratando de imponer, con la complicidad de los tres poderes de la República, la mayoría de veces lográndolo, en los últimos 20 años.
Por todo ello, porque queremos ser cristianos y cristianas fieles a nuestra vocación, nos hacemos presentes en esta Marcha de las personas trabajadoras y del pueblo costarricense, acompañando a las comunidades urbanas marginales y rurales con las que trabaja nuestra iglesia. Jesús, el Campesino galileo forjó un movimiento liberador y transformador desde las calles, desde los montes, desde las plazas. Estamos llamadas y llamados a seguirlo. Por eso hoy decimos: ¡Presente!
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