En el marco de la celebración del Día de la Reforma Protestante, la Comunidad de Diversidad de la Iglesia Luterana Costarricense invitó a un taller bíblico, con el propósito de compartir la palabra de Dios en una forma diferente, desde una perspectiva inclusiva y guía para la vida cotidiana.

Los relatos bíblicos sirvieron para alentar y despertar el entusiasmo de los participantes, quienes vinieron de las diferentes Comunidades de Fe en donde la Iglesia tiene presencia. Este interesante taller fue impartido por la teóloga y biblista Violeta Rocha de la Universidad Bíblica Latinoamericana.

“No solamente debemos poner mucha atención a los personajes en las historias bíblicas, lo que dicen y hacen, sino que también a los silencios en los mismos textos. Estos son capaces de generar preguntas importantes y aprendizajes nuevos,” explicó la teóloga.

Los participantes tuvieron la oportunidad de experimentar dinámicas desde su experiencia personal y adecuarlas a métodos como “estatuas vivientes” que representaron el castigo de Ananías y Safira en el relato bíblico de Hechos 5. y “lectura corporal” basada en el pasaje de Juan 9, que nos cuenta la situación del ciego de nacimiento. “Estas historias nos hicieron ver que es fácil creer que ya somos comunidades inclusivas cuando en realidad hay que vencer obstáculos y seguir creciendo hacia esta visión,” comento Jonás Hernández, uno de los participantes.

En este taller de Biblia se realizó un Devocional en forma vivencial, en el cual se meditó sobre las Escrituras como textos amargos, con reglas o bien un Dios distante y castigador, que fue ilustrado con confites de sabores ácidos.

Posteriormente los participantes recibieron confites dulces que representaban la gracia de ser aceptado y llamado por Dios a través de la Palabra. El taller concluyó con una bendición donde el grupo se abrazó para señalar su compromiso por seguir interactuando a partir de los relatos bíblicos y convirtiéndolos en alimento hacia una práctica inclusiva. Al respecto comenta el líder pastoral Yader Castillo:

“Las y los jóvenes de la comunidad de fe de Chilamate se fueron tan motivados que quieren hacer un taller similar con otras personas en el futuro cercano. Ellas y ellos aprendieron mucho sobre la lectura bíblica como un alimento para la fe de todos los días.”

Autor: Comunicación y Relaciones