El rico y fresco aroma del ciprés transporta los sentimientos a la época de Navidad, tiempo de amor y recuerdos entrelazados en las verdes ramas y los lazos de colores, símbolos de la tradición cristiana de dar luz a las tinieblas durante las cuatro semanas del tiempo de Adviento

 Este taller de Coronas de Adviento se ha convertido en una tradición en la Iglesia Luterana Costarricense, en donde se reúne el personal, amigos y familiares para entrelazar círculos de Amistad. El taller se realizó bajo la coordinación de la Comunidad de Fe de la Diversidad y la conducción de la Sra. Sara Villalobos, quién con sus instrucciones nos recordaba a todas aquellas personas que en nuestra vida nos dieron de su apoyo y comprensión.
 
En este espacio los participantes además de hacer sus propios adornos navideños, compartieron bienaventuranza para esta época navideña y el venidero año 2012. La tradición de elaborar las Coronas de Adviento con ciprés o pino es que estas especies no pierden sus hojas durante el invierno, lo cual simboliza en la liturgia actual que Dios no cambia, es Luz eterna y Esperanza.
 
Las Coronas de Adviento son elaboradas en forma de círculo revestido con ramas verdes (sin flores) sobre el que se colocan cuatro velas (3 moradas y 1 rosada preferiblemente) que representan los colores litúrgicos, el morado simboliza la profundización espiritual y penitencia, mientras que el rosado indica pausar la penitencia.
 
Las cuatro velas se distribuyen en forma circular y vendrán a dar luz disipando la oscuridad hasta llegar al resplandor de la Navidad con el advenimiento de Jesús.
 
El mensaje cristiano de la Corona de Adviento tiene el sentido del nacimiento de Jesús, el cual alumbra la existencia humana y le da sentido a nuestra vida. Es la misma luz que nos muestra el camino de la Resurrección en Cristo, en el cual toda oscuridad ha sido vencida.
 La luz no excluye a nadie y tiene la capacidad de alumbrar más allá de sus fronteras. Es ser Luz Inclusiva”

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