La Marcha de la Diversidad reunió cientos de personas en San José, Costa Rica donde reinó un ambiente de fiesta y consignas por el respeto, la igualdad y la garantía de los Derechos Humanos de la población LGBTI.
Esta actividad se llevó a cabo por noveno año consecutivo y además contó con el apoyo del Gobierno, instituciones públicas, privadas, organizaciones civiles y por supuesto la Iglesia Luterana Costarricense. Este año la iglesia tuvo una buena participación por parte de los jóvenes, quienes se organizaron con consignas en favor de la igualdad, banderas multicolor y abogando por el respeto a los Derechos Humanos de todas las personas, en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTI.
Costa Rica ha avanzado en materia de aseguramiento, pensiones, herencias, identidad de género y atención médica de las parejas LGBTI, pero aún no ha legalizado las uniones civiles ni los matrimonios gay.
En enero pasado la Corte Interamericana de Derechos Humanos Corte IDH emitió una opinión consultiva, en respuesta a una consulta de Costa Rica, en la que el Tribunal determina que es obligación de los Estados reconocer la identidad de género y los derechos familiares de la población LGBTI, entre ellos el matrimonio.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ordenó a Costa Rica garantizarles a las parejas del mismo sexo todos los derechos existentes en la legislación, incluido el derecho al matrimonio, sin discriminación alguna frente a las parejas heterosexuales. Costa Rica es uno de los 24 países que ratificaron la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, de 1969, y que reconocen la potestad de la Corte. La Convención, además, tiene una autoridad superior a las leyes de la República, por disposición del artículo 7 de la Constitución Política.