Este 17 de mayo, en el marco de las actividades por el Día Internacional contra la Homo, Lesbo y Transfobia, la Iglesia Luterana Costarricense brindó su testimonio inclusivo y su aporte a la construcción de una sociedad más equitativa, solidaria y respetuosa de la diversidad sexual.
La actividad fue organizada por el Ministerio de Educación Pública en la que participaron los Directores Regionales de Educación de todo el país.
La ILCO estuvo representada por el Pastor Abel Moya, quien coordina la Pastoral de la Diversidad y en esta ocasión participó con la conferencia: Biblia y homosexualidad que motivó a la reflexión sobre la necesidad de superar el discurso discriminatorio y excluyente hacia las personas sexualmente diversas con el desarrollo de una espiritualidad de acogida, respeto hacia las diferencias e inclusión.
En el acto el pastor Moya recordó que la discriminación hacia las personas LGTBI tiene un basamento religioso que divide familias, Comunidades de Fe y naciones enteras frente al avance de los Derechos Humanos de estas poblaciones:
“Las raíces teológicas que fundamentan el estigma, marginación y condena hacia las personas homosexuales están relacionadas con interpretaciones erradas de las Escrituras y con énfasis machistas, misóginos y homofóbicos que nada tienen que ver con la obra liberadora de Jesucristo y su llamado a formar comunidades de Amor, misericordia, diálogo y acogida solidaria.”
El pastor Moya realizó un recorrido crítico por los textos bíblicos que tradicionalmente se han usado para condenar a las personas LGTBI y por textos que pueden contribuir a impulsar una espiritualidad inclusiva concluyendo que no existe justificación bíblica para sostener un discurso religioso de puertas cerradas a las poblaciones sexualmente diversas.
La conferencia concluyó con la exhortación a que se impulse una educación basada en el respeto y que promueva la educación sexual y afectiva en todos los niveles. En este sentido el pastor Moya afirmó que “Es responsabilidad de los y las educadores formar a las nuevas generaciones en el paradigma inclusivo. Si se quiere fomentar una cultura de no violencia hay que comenzar por derribar los modelos represores en materia de sexualidad, ya que esta es una pieza fundamental en el desarrollo del Ser Humano y clave de un mundo más reconciliado, libre y justo.”
En esta jornada el Ministerio de Educación reconoció la importante labor educativa de la Iglesia Luterana Costarricense en materia de Derechos Humanos, especialmente en lo relacionado con la promoción y defensa de los derechos de las personas LGTBI en el país.