Este fin de semana tuvo lugar en el Decanato de Aschaffenburg, el día de la oración por la hermandad entre las Iglesias Hermanas de Costa Rica y Alemana.
La celebración estuvo llena de elementos de la liturgia costarricense y de la liturgia Latinoamericana, así como también elementos nuevos como lo son las canciones de la misa Tico-Sueca; “Caminar en Comunidad”. Elementos que fueron recibidos con mucho agrado por la comunidad.
La misa fue un espacio muy emotivo, de realidades, de experiencias y de compromiso. Durante la misa se plasmaron las imágenes de las diferentes Comunidades de Fe de la Iglesia Luterana Costarricense, de los programas, como también de las luchas sociales en las que la iglesia ha sido participe.
La hermandad para el decanato de Aschaffenburg y en este caso específico para la Comunidad de Obernburg (pertenece al decanato de Aschaffemburg) en donde el señor Stefan Meyer es el pastor, se centra en los deseos de seguir trabajando en el desarrollo y la continuidad de la hermandad, así como en los aprendizajes y aportes que ambas hermandades pueden obtener a raíz de este intercambio de Fe, Amor y Solidaridad.
Como parte de esa hermandad de compromiso social y del Reino, la señorita Anja Fischer tomó parte de la reflexión del día, siendo ella una voz de las y los costarricenses, con los que trabajó durante su año de voluntariado en Costa Rica, testigo y vocera del trabajo que la iglesia realiza en cada comunidad y por supuesto del proyecto del cual formó parte “Casa Abierta”.
Por medio de imágenes que se fueron transmitiendo durante la misa, se mostró el recorrido que esta hermandad ha tenido, como visitas de las delegaciones Alemanas a Costa Rica. El Pastor Stefan Meyer enfatizó en “diez años de un mismo caminar” tiempo que la hermandad tiene de haberse formado y de la cual en este año se volvió a ratificar ese compromiso común con un nuevo acuerdo.
Como parte importante de esta actividad, fue la experiencia personal de la joven Brenda Rivera quien se encuentra en Alemania representando a nuestra iglesia en un año de intercambio, su aporte se enfocó en lo que significa ser iglesia en Alemania, aprendizajes personales, como pensamos seguir construyendo estos lazos de hermandad en el presente y futuro. Fue un hecho significativo contar con la presencia simbólica de ambas hermandades, ya que así las palabras y las sonrisas fueron esos sellos afirmativos hacia la hermandad que se construyó y se sigue construyendo.
Sin lugar a dudas ese deseo de hermandad y de compromiso es notorio no solamente en el Decanato y en los pastores, sino también en la gente que hace parte de la comunidad.
La colecta de este día, fue destinado para la Fundación Fútbol por la vida.
Autora: Brenda Rivera