Esta celebración anual se realizó en las instalaciones de la Iglesia Luterana Costarricense, donde participaron Comunidades de Fe, Iglesias Amigas, Organizaciones Sociales e invitados especiales y compartir una tarde de Hermandad, Comunión y Tradición.
Esta celebración anual fue organizada por las áreas de Diaconía (Desarrollo de Programas Sociales), Decofe (Desarrollo de Comunidades de Fe) y Administración que invitaron a una bonita fiesta de música, liturgia, mascarada y un delicioso refrigerio.
El 31 de octubre de 1517, el monje Martín Lutero clavó en la Puerta de la Iglesia del Castillo Wittenberg en Alemania; sus 95 tesis contra la corrupción de la Iglesia Católica y el derecho de los excluidos y marginados participar de la transformación teológica y social.
Nuestra Iglesia hereda la rebeldía de Lutero, comprometida con las luchas por la Justicia Social y la Promoción de los Derechos Humanos, en donde somos llamados a vivir permanentemente en reforma y a revisar la Misión a la luz de los grandes problemas que afligen a los pueblos.
La iglesia fiel a la fe que se confesó en los tiempos de la reforma, debe estar comprometida con un proceso de continua reforma, que permita hacer de las enseñanzas de Cristo una realidad concreta, al asegurar que su Evangelio liberador, se encarne en todos los lugares del mundo que reclaman Justicia y Liberación.
Estamos llamados a releer el luteranismo desde nuestras experiencias y contextos, a fin de recuperar un espíritu con criterios o pautas que hagan florecer el quehacer luterano y no se quede atrapado, respondiendo al llamado de vivir permanentemente en revisión de su Misión.
Para dar un ejemplo práctico de una actualización de las tesis de Lutero, el Obispo Melvin invitó a los presentes a una dinámica de proposición de nuevas tesis para el contexto actual, las cuales fueron pegadas en la pared como aporte al proceso de Planificación Estratégica Participativa, mediante el cual la Iglesia pretende enderezar las sendas, denunciar la injusticia y crear espacios inclusivos anunciando la Buena Nueva.
Para este año se quiso dar un espacio especial a la Tradición, dando el reconocimiento a una práctica cultural auténtica y pintoresca, como lo es la Mascarada, celebración popular que llena de vitalidad y colorido los pueblos de Costa Rica, trayéndonos muchos recuerdos y alegrías de otros tiempos.
En acción de Gracias por la Reforma y su concepto central de la vivencia cristiana de la Salvación por la Fe y la Gracia, nos lee de la liturgía el Pastor Daniel Calero:
“Queremos darte gracias Señor, que nos ha alimentado con el mismo Pan de rebeldía, Justicia y Esperanza en el Mundo. En este compartir aprendemos que también nosotros y nosotras tenemos derecho a la vida digna, y esa es la verdad que proclamamos junto a los excluidos y marginados. Que nunca se apague esta llama que tu Amor ha encendido en todos nosotros y nosotras”