En Nicaragua se levó a cabo el taller: Sustentabilidad 2012, organizado por la Comunión de Iglesias Luteranas de Centroamérica(CILCA), con el propósito de analizar los avances del proceso de Sustentabilidad en nuestras iglesias.
La presentación inició con la exposición sobre el recuento de lo que ha significado el proceso de sustentabilidad en cada región y cómo se comenzó a construir una propuesta para América Latina y por supuesto para Centro América. La propuesta de las iglesias es que, aún siendo diferentes, han encontrado una riqueza en pluralidad y diversidad que promueve un diálogo enriquecedor.
Bajo este marco, se han llevado a cabo diferentes encuentros presenciales desde el 2008 en Chile, 2010 en El Salvador y en este momento en Santa Cruz, Bolivia, siguiendo el proceso, en aras a las discusiones de las fortalezas y debilidades.
Las metas planteadas están dirigidas a desarrollar acciones tales como:
•Planificación estratégica participativa (implementación, seguimiento y evaluación)
•Facilitación de procesos participativos
•Mapeo y desarrollo de dones y recursos
•Fortalecimiento de gestión administrativa y financiera
•Explorar otros modos de ser iglesia
Gustavo Driau referente del Programa de la Federación Luterana Mundial para América Latina y el Caribe y facilitador del taller explicó que los pilares en que se apoya el concepto de sustentabilidad va enmarcado en la Misión de Dios, lo cual implica el cuidado de la vida y la creación. En este concepto los dones y recursos son aspectos de gran importancia, en donde la riqueza se basa en lo que tenemos y NO en lo que falta.
También sobre el punto de explorar otros modos de ser iglesia enfatizó que es importante los cambios de roles pastorales, sin dejar de ser luterano:
“Podemos ejemplificarlo con la experiencia de la pastoral de la Diversidad de la Iglesia Luterana Costarricense”
Como resultado de este encuentro en la hermana república de Nicaragua se plantearon metas a corto plazo, en donde se destaca.
Animar a las iglesias a sostener decisiones políticas, fortalecer la gobernanza regional, motivar el acompañamiento iglesia-a-iglesia, compartir aprendizajes con otras regiones de la comunión, articular con otros programas y departamentos de la FLM y la articulación con instituciones de educación teológica