Iglesia Luterana Costarricense

una iglesia sin paredes.

Los desafíos para América Latina en la familia Luterana Mundial

Entrevista al Obispo Luterano Melvin Jiménez de la Iglesia Luterana Costarricense por la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, ALC

archivo-97ALC ¿Cuáles son sus expectativas acerca de este Encuentro de Hermandades?

Para nosotros como Iglesia Luterana latinoamericana y aun mas como iglesia centroamericana es muy importante, ya que como iglesias que nos hemos desarrollado con un luteranismo muy criollo, tratamos de entender nuestra realidad y como responder a ella a partir del luteranismo.

También tenemos el gran desafío de cómo ser una iglesia sustentable, como generar nuestro propio recurso humano, teológico, litúrgico y económico. Todo proceso es apoyado fuertemente por las hermandades que tenemos en diferentes partes del mundo; pero todavía necesita ir de la mano con las iglesias hermanas, y así fortalecer visiones y proyectos hacia una mejor sustentabilidad.

“Es como dar un salto en esta caminata conjunta, ya no solo como ha sido en procesos económicos anteriores, los cuales todavía sentimos que deben continuar, porque aun estamos a medio camino”.

ALC: ¿Que efectos cree que tenga el Encuentro de Hermandades de la Iglesia Luterana Salvadoreña, no solo para El Salvador, sino para la iglesia luterana a nivel centroamericano?

Este encuentro es muy importante porque las iglesias luteranas siempre nos hemos nutrido en Centro América unas a otras, yo creo que hemos aprendido muchas cosas de El Salvador, de Nicaragua y de Honduras; en donde se han intercambiado experiencias que nos permiten y nos abren los ojos como lo han hecho ustedes.

ALC ¿Cómo podríamos nosotros tomar esa experiencia y adecuarla a nuestro contexto?
Creo que actuar en conjunto nos permite dar un salto como región y mostrarle a la comunión, que las iglesias que surgen con mucho vinculo a nuestra propia cultura, identidad y situación, pueden empezar a contribuir como región al conjunto de la comunión mundial


ALC: ¿Como capta la participación que ha tenido en el inicio de este evento el nuevo secretario general de la Federación Luterana Mundial?

Para nosotros este es un elemento muy importante, porque por primera vez en una comunión mundial tenemos un alto cargo como será presidir y llevar adelante los destinos de la comunión mundial luterana. América Latina tiene el gran desafío de aportar todas sus experiencias, marcando la comunión, pero lógicamente muy diferente porque están en el contexto centroamericano.

Tenemos gran expectativa de contribuir en su gestión, porque sabemos que transmitirá mucho de lo que todavía no es visible en nuestras iglesias y que los planes para los próximos siete años, pueden ser de gran educación y además abrir mayores vínculos de solidaridad con las iglesias mas históricas. Las Iglesias de América Central de 20 a 30 0 40 años de historia, queremos caminar, aprender y compartir con las Iglesias de 200, 300 o 400 años de historia; entonces creo que eso va hacer un puente vital que la nueva secretaria va a llevar para fortalecer el testimonio, la presencia, el apoyo y el desarrollo de nuestras iglesias.

ALC: Como Obispo, cuáles son sus expectativas para la asamblea general de la Federación Luterana Mundial el próximo año?

Yo espero que también con la llegada del nuevo secretario, quién comenzará su período el año entrante, ya este pensando que cosas nuevas habrá que incorporar a este proceso. Es importante que esta asamblea tenga un mayor nivel de discusión teológica, que permita sembrar puntos claves hacia los próximos 7 años de la federación.

La crisis mundial nos hace pensar como iglesias desde donde vamos a partir en el trabajo con temas como el de las deudas ilegitimas, el VIH-SIDA, el tema que tiene que ver con las relaciones de países del norte y países del sur; entonces lógicamente la llegada de un nuevo secretario general abre grandes expectativas para nosotros.
Expectativas de llevar la agenda común, una agenda que es del mundo y a través de la presencia del nuevo secretario, se podrá trabajar en una agenda de la comunión con digámoslo así, con una salsa y sabor latino, un sabor tan necesario que el mundo de hoy clama.

ALC: ¿Cómo ve la lucha en la que ha participado la Iglesia Luterana de Costa Rica, en cuanto a la reforma de la constitución, para que el país sea declarado laico?

Yo creo que aquí lo fundamental es que Costa Rica y la iglesia han aprendido como pasar de una iglesia que tiene proyectos modestos de testimonios en el ámbito económico, social y de derechos humanos a una iglesia que se suma al movimiento social y ser una voz más fuerte junto al pueblo, para reivindicar mayores tareas.

Los que trabajamos por un NO al TLC, hoy nos expresamos para conseguir un cambio de vida frente a la crisis. Los movimientos sociales, campesinos, cooperativistas, ambientales incluso sindicatos, han dado la confianza para que nuestra iglesia modele este proceso, y es el convocador interlocutor con sectores del gobierno y sectores empresariales; creo que es una experiencia muy rica para nosotros como iglesia pequeña, pues hacemos una incidencia que es más grande de lo que nosotros somos y tenemos muchas expectativas que esto continúe fortaleciéndose sobre todo porque no salimos o no dejamos de estar en ese acompañamiento permanente con los movimientos sociales de los sectores mas excluidos costarricenses.

Nombre de autor: Martín Díaz Velásquez.ALC

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