Taller
En el marco del XX Aniversario de la Iglesia Luterana Costarricense, se llevó a cabo el Taller Juegos Cooperativos para la Paz, en el cual participaron jóvenes, adolescentes, hombres y mujeres que en sus comunidades trabajan por el fortalecimiento de prácticas sanas y recreativas para sus miembros.
Este espacio busca la formación de líderes y liderezas, para que en un ambiente de cambio y esparcimiento se renueven los juegos y se ponga en práctica hábitos e iniciativas que fomenten la acción social y el crecimiento personal.
El Taller fue impartido por el especialista Richard Rutschman, quien tiene más de 15 años de experiencia en este tipo de capacitaciones educativas. Según Richard existen 3 zonas en la vida de las personas:
La primera “Mi zona”, un punto pequeño y cerrado donde nos encontramos seguros, pero… si no nos atrevemos a salir, no podremos aprender ni tampoco poner en práctica el cuerpo y la mente. La segunda es “el desafío” en donde me enfrento a mí mismo (a) y puedo aprender a explorar y resolver ambivalencias sobre mi conducta. Esto ayuda a promover estilos de vida más saludables. Y por último “la zona de pánico” donde voy a exponer mi forma de ser libre y espontánea, compartiendo mis ideas e interactuando con los demás.
La formación de grupo es esencial en estos juegos y mediante una educación aventurera y popular se contribuye a la formación de destrezas sociales y emocionales. Los juegos cooperativos se enfocan en la NO-competitividad, sino en la Solidaridad y el trabajo de equipo. Esta interacción motiva y fomenta una satisfactoria resolución de conflictos, el fortalecimiento de liderazgo, la búsqueda de la paz, la justicia y los valores humanos.
El primer requisito para jugar es querer hacerlo, no se debe obligar a nadie a participar, aunque créanme, cuando se ve lo bueno que son y lo maravilloso de formar parte de un equipo de juego cooperativo, nadie se puede resistir.
Fuente: Participación