El Programa Gestión de Riesgo de la Iglesia Luterana Costarricense dirigió el devocional de este martes 3 de agosto 2010, en donde los invitados tuvieron la oportunidad de compartir una reflexión en torno a la importancia de la solidaridad y capacitación para enfrentar situaciones de desastre en comunidades marginadas de Costa Rica.
A esta celebración asistieron diferentes representantes de iglesias hermanas, como lo fue la del Dr. Johannes Friedrich, Presidente de los Obispos Luteranos de Alemania y su esposa Dorothea Friedrich y el coordinador Hermandades en América Latina Hans Zeller, quienes se encuentran en una gira por Centroamérica.
El Pastor Enrique de la O, pastor y líder Luterano dirigió la reflexión y en su mensaje compartió un testimonio que motivó y brindó esperanza a pesar de la seria situación que pasan la comunidades afectadas por los impactos naturales, en donde las inundaciones implican un duro golpe a los recursos económicos, materiales, humanos y emocionales de poblaciones marginadas.
Enrique de la O señala que:
“Sigue siendo un riesgo tener que enfrentar las tempestades de la vida sin la compañía de Jesús. Pero que bueno es en estas situaciones tan adversas de la vida; Jesús se hace presente a través de iglesias hermanas, brazos solidarios que continúan acompañando estos ministerios”.
El programa Gestión de Riesgo ha venido actuando para fortalecer las capacidades de organización, existentes en las comunidades; en donde hay gran capacidad de liderazgo, como lo fue la participación de los líderes indígenas Horacio López del Comité Comunal de emergencia de Cachabri y Benjamín Yaslin instructor de Primeros Auxilios Básicos de la Comunidad de Cachabri, en donde la Iglesia Luterana Costarricense ha mantenido su acompañamiento mediante un trabajo en capacitaciones, asistencia humanitaria e incidencia política.
El público presente en este devocional tuvo la oportunidad de conocer más de cerca la concreta necesidad de la región, pero más aún de la importancia de cómo seguir adelante aunque la situación no sea tan favorable. Pero como dice Don Enrique:
“Cuando percatamos la cálida compañía de Jesús comenzamos a tener una nueva energía para proyectar otras misiones que la iglesia tiene en nuestro país y más allá”
También como parte de este devocional de realizó la despedida de los voluntario de Alemania, quienes finalizaban un año de labores en los diferentes programas de la Iglesia, asimismo la despedida de los voluntarios Beverly y Walter Seidenschwarz quienes estaban implementando un plan piloto de clases de ingles a las comunidades de la ILCO.
La Iglesia Luterana Costarricense ha venido desarrollando una gestión de sensibilizar, educar y capacitar a la población en prevención y solamente así se pueden establecer cimientos sólidos en la construcción de una cultura de la gestión del riesgo y un desarrollo local en armonía con el ambiente.
Autor: Comunicación y Relaciones