Iglesia Luterana Costarricense

Recorrido por zonas afectadas por el terremoto de Cinchona

A casi 4 meses de haber ocurrido el terremoto son evidentes las huellas de los daños a nivel material, ambiental y social. El pasado sábado 25 y 26 de abril, se realizó un recorrido por las comunidades afectadas por el terremoto.

Se visitaron las comunidades de Fraijanes, Poasito, Sabana Redonda, San Rafael de Vara Blanca, San Miguel de Sarapiquí y Cinchona. En las diferentes localidades se conversó con líderes comunales, personal de Cruz Roja, familias afectadas y personal de albergue de Posito, quienes comentaron que:

“La situación tan triste por la que están pasando. Sus comunidades, redes sociales, fuentes de empleo y su vida cotidiana a la fecha no logran equilibrarse”.

En las comunidades donde hubo muertos y desaparecidos, como es el caso de Cinchona y San Rafael, a la fecha no se ha trabajado a nivel emocional procesos como el duelo y la pérdida. Personas de estas comunidades mencionan que hay un gran impacto a nivel psicológico tanto en las personas afectadas directamente como a nivel comunal.
Las personas habitantes de estas comunidades dicen sentirse abandonados por las instituciones del Estado. Además muchas de las personas de los Ebais (centros de salud), escuelas y comercios han cerrado sus puertas desde el desastre y no han vuelto por la zona.

Al avanzar el recorrido por estas localidades es clara la desolación y el cambio en la geomorfología del terreno. A lo largo se puede observar innumerable cantidad de deslizamientos en las faldas del volcán Poás, hay destrozo en los causes de los ríos y carreteras de las cuales queda tan solo tierra.

Es importante mencionar que a nivel de albergues, queda solo uno en actividad, en la comunidad de Poasito. En este lugar se albergan alrededor 35 familias en casas donadas por “Un techo para mi país”. Estas viviendas son extremadamente pequeñas, sin ventanas ni divisiones y además no cuentan con servicio sanitario ni agua. Estos servicios se obtienen fuera de estas casas y son de uso común al igual que la cocina. Lo anterior trae molestias en las personas albergadas, ya que todavía no tienen su privacidad.
La ILCO está realizando un trabajo de acompañamiento en algunas de estas comunidades afectadas en coordinación con la Red de Control Ciudadano de ALFORJA y los Comités Patrióticos de Heredia, en defensa de los derechos humanos de esta población vulnerabilizada.

Aunque el tiempo pasa, todavía son evidentes muchas necesidades básicas insatisfechas. A poco tiempo de iniciar el periodo de invierno en nuestro país no se ha logrado medir el impacto de la vulnerabilidad a la que se verán expuestas estas personas debido a la gran cantidad de deslizamientos, avalanchas e inestabilidad del terreno.

Por lo tanto es indispensable crear una cultura de prevención para evitar otro desastre como el vivido con el terremoto de Cinchona.

Autor: Gabriela Mora.

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