Los damnificados por el terremoto del pasado Jueves 8 de Enero realizaron una protesta pacífica para solicitar vivienda digna. Decenas de albergados en la localidad de Fraijanes, una de las comunidades de la Zona Cero del sismo, bloquearon durante unas ocho horas una carretera en el área, obstruyendo el tránsito de vehículos, camiones y autobuses.

La protesta finalizó tras el diálogo entre representantes de los damnificados y la ministra de Vivienda, Clara Zommer, quién ofreció dos opciones: una la reubicación de personas en otras localidades y la segunda la quienes opten por permanecer en Fraijanes; pero en ambas alternativas los albergados deben esperar de dos a tres meses para la construcción de nuevas viviendas.

En este tiempo de espera, los damnificados podrán tener un subsidio para alquilar una vivienda o serán ubicados en viviendas temporales ubicadas en Poasito. Sin embargo, ninguna de las opciones anteriores logra convencer a las personas damnificadas. De no haber cambios importantes en la próxima semana volverán a realizar una nueva protesta.

Según comentarios de varias personas albergadas, se encuentran cansadas del maltrato por parte de personal de la Comisión de Prevención de Riesgo y Atención de Emergencias (CNE) y del gobierno.

En las visitas que la ILCO y Fútbol por la Vida han realizado al albergue de Fraijanes, se realizaron actividades lúdico- recreativas con un grupo de niños, niñas y adolescentes, en donde se incentivó el valor del trabajo en equipo y la unión grupal. Además se han generado espacios de apoyo y escucha para las personas adultas de este albergue.

Una niña de cinco años narró su historia de cómo fue destruida su casa por el terremoto y el miedo que sintió en ese momento.

“En mi casa se hizo un hueco enorme, yo no podía caminar, me caía, ya no tengo ni muñecas y me hace falta mi perro y mis amigas”.

Es evidente que el terremoto ha afectado no solamente las condiciones materiales de estas personas, sino también su condición emocional, pero la solidaridad brindada ha abierto espacios de comunicación y acompañamiento que continuamente generan un ambiente de alegría y esperanza en este camino difícil.

Autor: Gabriela Mora.