La comunidad de fe San Pedro y San Pablo llevó a cabo la Misa de Navidad y Año Nuevo en la Capilla de las Oficinas Centrales de la Iglesia Luterana Costarricense.
Esta congregación la conforman personas de la ciudad capital San José. Anfitriona de varias celebraciones intercomunitarias del calendario litúrgico, entre ellas: Domingo de Pascua, Pentecostés, Día de la Reforma Protestante, y el Aniversario de la Iglesia Luterana Costarricense (ILCO).
La liturgia navideña y Año Nuevo permitió reafirmar la misión integral de la ILCO. Avivamos la esperanza de que el Espíritu nos asistirá con fuerza y sabiduría para desarrollar experiencias eclesiales inclusivas, diaconía profética e incidencia política a favor de la justicia social.
El pastor Erick Umaña expresó en su sermón que:
“La Divinidad se revela en una familia galilea forzada a la movilidad por la opresión colonialista y político/económica del Imperio romano. ¿Quiénes son los José y María de hoy? Son las personas esperanzadas que atraviesan fronteras en busca de espacios seguros y nuevas posibilidades. Así como María y José no encontraron hospedaje, hay personas que no tienen cabida en nuestros mundos de la vida. Debemos dar posada a Cristo mediante el respaldo a personas necesitadas y en exclusión…
María de Nazareth decidió tener en su vida al niño de la esperanza. Caminar con ella, cuidar y nutrir esa esperanza, donarla y compartirla en los márgenes de la sociedad, ahí donde el pan de vida quiere nacer. Los lugares y personas en donde se revela Dios son Bethlehem, ¡casas del pan de vida!”
La esperanza del niño Cristo nos brinda la convicción que nuestra iglesia seguirá siendo en este 2024 una “casa del pan” e “iglesia sin paredes” que transparenta el Reino inclusivo y solidario de Jesucristo.
¡Que Jesucristo liberador nos acompañe en este año 2024!