“Ayúdense entre sí a llevar las cargas, y de esa manera cumplirán la Misión de Cristo.” Gálatas 6: 2.
1. Hermanas y Hermanos en Cristo Jesús, nos encontramos una vez más viviendo el tiempo litúrgico denominado Cuaresma, este tiempo inicia con el miércoles de ceniza y culmina en la Semana Mayor (Semana Santa).
2. Nos referimos concretamente al concepto Solidaridad” como término más cercano al concepto “ayúdense” de Gálatas.
3. En la tesis 58 de Aportes Teológicos¹ se nos trasmite la idea de que el mismo Lutero al entrar en contacto con los escritos de Pablo, se encuentra de frente con el tema de la Justicia de Dios, justicia como poder creador y renovador…Lutero identifica en la Justicia de Dios, la auto-donación y la misericordia, la misma que no tiene límites en su alcance, sino que se nos da por Gracia de Dios.
4. Por su parte en la tesis 59 del mismo libro, encontramos “La Justicia de Dios que lleva a Pablo a la comprensión visionaria de que “en Cristo” los contrastes y las jerarquías del presente siglo “siglo negativo”, serán depuestas: (Gl1,4).
“Nosotros” no somos lo que nos separa de los demás, sino lo que nos vincula con ellos. Los contrastes humanos de nación, religión, “iglesia”,(las palabras remarcadas son del autor de este Mensaje de Cuaresma) género, clase social, color, preferencia sexual, condición de salud, grado académico, que constituyen el Yo como enemigo y rival de las demás personas, son desvestidos en el bautismo como si fueran ropajes viejos. La nueva práctica de llegar a unirse por la convivencia y la Solidaridad crea una nueva forma de humanidad y como consecuencia un mundo nuevo. “Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos en Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo.” (Gl 3:28). Entonces la Justicia de Dios, la justificación del ser humano y la justicia humana, se encuentran inseparablemente vinculadas entre sí.”²
5. El momento histórico que nos ha tocado vivir, marcado por una profunda brecha de insolidaridad, individualismo, marginación, desprecio, insensibilidad, materialismo y otros tantos adjetivos más; nos urge reflexionar sobre las rutas ciertas que nos puedan asegurar una mínima convivencia en paz o al menos de sobrevivencia. Pareciera que cada vez más no es posible sobrevivir y se torna inalcanzable la Paz.
6. Entramos a Cuaresma y proponemos este texto de Gálatas, y así ayudarnos mutuamente, es decir solidarizarnos en el camino que cada quien recorre, sin importar su condición. La Solidaridad significa adherirse o apoyar incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles, pero también en todo momento de la vida y en multiplicidad de situaciones. La Solidaridad no debería tener fronteras, pero ante todo al ejercitarla nos debería llevar a una vida de desprendimiento donde la otra persona me transforme en un estado de respeto, admiración o al menos reconocimiento de que ella, la otra persona es necesaria para mi identidad, para mi presencia real en el entorno.
7. En este tiempo de cuaresma, cuando las iglesias de manera muy general llaman al arrepentimiento individualista y a la limitación de los excesos materiales, nosotros llamamos a la abundancia en la solidaridad, el desarrollo de la sensibilidad, la preocupación encarnada por la liberación del planeta y la construcción efectiva de espacios libres, amigables y propicios para el verdadero desarrollo de la vida humana y toda forma de vida con la que compartimos esta “Casa Común”.
8. La universalidad de la Justicia de Dios encarnada en la persona de Jesús, nos debe llevar a una toma real de consciencia, conciencia de que cada ser vivo que nos falte es una falta a mi propia vida, cada muerte es mi muerte y cada exclusión mi propia exclusión; somos y vivimos en una aldea multiforme donde la posibilidad mía depende de la posibilidad de los demás seres humanos y las demás formas de vida y la posibilidad de vida de lo otro, depende de mi propia vida.
9. En este maravilloso entramado de relaciones, nos cuesta entender que somos solo una pequeñísima parte de todo el tablero, pero que aún así somos necesarios como necesaria es la VIDA en el otro, la otra y lo otro, en esta mutualidad necesaria sale sobrando la insolidaridad y la injusticia, la sequedad en la relaciones y la separación de espacios, somos parte de la misma colectividad y con la gran colectividad estaremos aquí y ahora hasta nuevo aviso.
10. Hacemos un llamado vehemente a todas las personas que entren en contacto con este texto, para que tomemos este tiempo como un tiempo propicio para la Misericordia, la Solidaridad y la Justicia, pero ante todo para valorar la importancia que significa para mi vida, la vida de las demás personas y las vidas del entorno, sin este viraje, es casi imposible combatir el materialismo desenfrenado, el individualismo avasallador, la injusticia cada vez más deshumanizante, la intolerancia que no nos deja ver la riqueza en el otro o la otra, el egoísmo que paraliza el Amor, el miedo que impide la libertad y por último la distracción que no nos deja ver la maravillosa aventura que significa estar vivo.
11. Y para cerrar, ser copartícipes de la Misión de Cristo, es asumir el reto de identificar mi causa y las causas de las y los demás y así poder entender el proceso hacia la liberación, como una causa común de la colectividad humana, donde toda forma de vida presente en el planeta requiere mi atención, mi dedicación y mi veneración, “Vos todo en todos y todas”, como dice el texto en Andar en Comunidad…”Ciegos de egoísmo poder y ambición…crece la injusticia se ha roto la comunión…Kyrie-eleison.
Citas 1 y 2. Tomado de Aportes Teológicos. Revista de la Escuela de Ciencias Teológicas de la Universidad Bíblica Latinoamericana. No 1-Año 2015. Martin Hoffmann, Editor.
Autor: Pastor Gilberto Quesada
Presidente, Iglesia Luterana Costarricense
Febrero 2016