La misión de la Iglesia es enteramente ecuménica y se fundamenta en el mandato evangélico de que seamos uno en Jesucristo. De esta manera nace en la Iglesia luterana costarricense este programa de personas que vienen a desempeñar funciones de acompañamiento en otros programas específicos.
Este programa comprende a todas aquellas personas (hombres y mujeres), que llegan a la iglesia para desempeñarse en múltiples funciones desde acciones puramente litúrgicas y pastorales, pero también acciones diacónicas, sociales, políticas, culturales. Aunque el programa tiene varios años de funcionar y son muchas las personas que nos han visitado; actualmente cuenta con más una decena entre pastores, pastoras y laicos que están realizando alguna actividad en las diferentes pastorales de la Iglesia.
Vale destacar entre ellas: pastores y pastoras que han venido para acompañar comunidades en las cuales aprenden y enseñan en este rico intercambio de retroalimentación; pero también hay personas laicas destacadas en programas específicos como es el caso de jóvenes alemanas que brindan un acompañamiento a las niñas y niños del programa “Casa Abierta”, una joven norteamericana que acompaña todo el proceso de visitas que otras iglesias hermanas realizan y otra joven alemana que se desempeña el programa Fútbol por la Vida.
De esta experiencia salen beneficiadas ambas partes, la Iglesia Luterana Costarricense, porque cuenta con el recurso humano tan necesario en realidades de marginalidad, donde ella presente y las iglesias que envían personas a esta experiencia, igualmente se ven beneficiadas por el intercambio de valores, modelos y prácticas que forman parte de la experiencia de intercambio.
Todos los años la iglesia recibe solicitudes de personas jóvenes y adultas, pastores, pastoras, trabajadores sociales, estudiantes, etc. que desean venir a Costa Rica a compartir sus herramientas, pero de igual forma a recibir y aprender la enseñanza que la iglesia significa.
Una parte la constituyen grupos permanentes de visitas de Iglesias hermanas de Estados Unidos y Europa, las cuales vienen a conocer nuestra manera de ser iglesia, a reflexionar sobre la misma, pero también a contribuir manualmente a la construcción de templos, aulas y salones de servicios múltiples.