24 años celebrando la vida juntas
El grupo de mujeres, “Artesanas de la vida” nació en el año 1990, primeramente, en Sarapiquí, donde nuestra querida Lilliam Jiménez (qdDg), fue pionera de este movimiento que comenzó a trabajar con comunidades integradas por campesinas, amas de casa, migrantes, indígenas, e inclusive mujeres sin tierra.
En un principio se empezaron a realizar talleres de costura, artesanías y pintura, sobre todo este último, para que mediante el arte expresaran sentimientos, emociones o situaciones que estuvieran atravesando.
Dentro del marco de la Visión y Misión Integral de nuestra Iglesia Luterana, la Comisión de Mujeres es uno de los ejes transversales, el cual trabaja diacónicamente con personas que necesitan ser escuchadas, participar y aprender; y uno de los puntos focales de trabajo fue brindar aprendizaje, insumos y herramientas, que les permitieran obtener ingresos, pero que además tuvieran un espacio para expresarse en temas personales, de salud, autoestima, derechos de las mujeres, entre otros, de vital importancia para cada una.
Con el tiempo “Artesanas de la vida” ha sido una forma de organización, pensando en el bien común, donde a las participantes se les proporcionan los instrumentos de formación en diferentes campos tales como: artísticos y creativos, e inclusive jurídicas y hasta teológicas, siendo un canal para dar acompañamiento espiritual donde se comparte la palabra.
Actualmente, en este grupo se hacen trabajos en materiales como tela, papel, bordado, asimismo la decoración de materiales naturales y de reciclaje, procurando siempre la artesanía sostenible.
Asimismo, esta agrupación procura ser enlace coordinador con otras instituciones para formación de mujeres en distintos temas.
Por otro lado, aparte de realizar creaciones con las manos, crean espacios seguros de apoyo mutuo, para mujeres en condiciones de vulnerabilidad, donde se proporciona acompañamiento pastoral y de reflexión en la palabra.
Seguimos con este importante trabajo diacónico, de la Iglesia Luterana Costarricense, el cual se ha logrado extender por zonas rurales y urbanas, en comunidades tales como: Guatuso, Puriscal, La Carpio, Alajuelita, San Sebastián y Paso Ancho.