Iglesia Luterana Costarricense

una iglesia sin paredes.

Despedida de voluntarios /as de Alemania

Voluntariado

La Iglesia Luterana Costarricense ofreció el 2 de agosto la despedida a los voluntarios de Alemania, quienes hace un año llegaron a ofrecer su trabajo y compartir con nosotros su amistad, entrega y dedicación.

Nombre de autor: Xinia Chacón. Dirección   


La cita se dio en el Sindicato de Técnicos Electricistas y de Telecomunicaciones (SITET), ubicado en Río Segundo de Alajuela, lugar que ofreció el ambiente natural para fortalecer una profunda amistad que se extenderá más allá del tiempo y país.

La actividad se inició a las 10 de la mañana con la misa preparada y conducida por el grupo de jóvenes de la Comunidad de San Sebastián, quienes nos deleitaron con una reflexión del evangelio, en la cual, como lo explicara Christian Canales, la labor de la ILCO se seguirá extendiendo como la misma palabra, con hechos, con el servicio, para continuar con la misión de Jesucristo. Además la música estuvo a cargo del grupo de voluntarios.

Luego de la reflexión, la comunidad de fe y el Obispo Melvin Jiménez, visibilizaron el trabajo de voluntariado tan importante y necesario para la construcción del Reino. Después de la paz y de compartir la comunión, se cerró el acto litúrgico con la entrega de reconocimientos a los voluntarios por su aporte en los diferentes ministerios con niñ@s, jóvenes y adultos de la iglesia.

Juegos, música y refrigerios, y bajo un sol tropical, la piscina y el aire fresco, fueron elementos que tanto jóvenes como adultos disfrutaron a plenitud.

Al cierre de la actividad, se nos ofreció una presentación, a cargo de la joven Claudia Mena, que reflejó una pequeña historia del trabajo realizado por estos jóvenes alemanes en las comunidades de Fe y mediante fotos recordar que su paso por nuestro país dejó experiencias y proyectos de gran importancia.

Muchísimas gracias a estos dos grupos; al de jóvenes de San Sebastián por la excelente organización y a los voluntari@s, cuyo trabajo será recordado por siempre y al Dios bendito, que hizo posible que disfrutáramos de una actividad de amor y amistad.

Fuente: Participación

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