Iglesia Luterana Costarricense

una iglesia sin paredes.

Credo

A las mujeres y a los hombres de la Iglesia Luterana Costarricense, cuyo testimonio enriquece mi caminar en fe.CB.

Nombre de autor: Carlos Bonilla A. Pastor y poeta


Creemos en que Dios nos ama
con el cuidado y la ternura de un buen padre;
con la fuerza y la resistencia de una buena madre.

Creemos que ese Dios Amoroso
nos hizo a Su imagen y Semejanza:
a su imagen y semejanza creó la Naturaleza:
multicolor, diversa, interdependiente,
en permanente transformación,
en constante creación,
y a Su imagen y semejanza fuimos hechos
hombres y mujeres,
mujeres y hombres de todas las etnias,
de todas las naciones,
de todas las religiones
y de ninguna;

hombres y mujeres de todas las culturas,
de todas las orientaciones sexuales,
de todas las profesiones y oficios,
mujeres y hombres que reflejamos la imagen de Dios
y al mismo tiempo arrastramos la herencia
del pecado social y personal de quienes nos antecedieron en este mundo.

Creemos que ese Dios Amoroso
envió a su Hijo Jesucristo,
a anunciar e inaugurar el más grande regalo de todos los tiempos,
la Mejor Noticia que ha recibido nuestra sufriente Humanidad :
la Noticia de que Dios quiere que vivamos en Confianza,
que vivamos en Esperanza,
que vivamos en Amor,

y que nos llama a construir comunidades llenas de confianza,
llenas de esperanza,
llenas de amor,
comunidades en donde todas y todos nos reconocemos como hermanos y hermanas,
comunidades en las que compartimos el Pan y el Vino,
las utopías y las luchas cotidianas,
los sufrimientos y las penas,
el arrepentimiento y la reconciliación.

Comunidades que anuncian y son signos
del Reino de amor y de justicia
que Dios quiere compartir con todos y todas las que digan sí a la confianza,
sí a la esperanza, sí al amor.

Creemos en Jesucristo,
Nuestro Hermano Mayor en la familia de Dios,
Nacido de mujer por el poder del Espíritu,
hijo de María,
la llena de gracia,
la que cantó al Dios que llena de bienes a los pobres,
y despide a los ricos con las manos vacías,

Creemos que Jesucristo garantiza, con su muerte en la Cruz,
y con su gloriosa Resurrección,
la victoria total sobre la muerte, el sufrimiento y la explotación,
y nos da la certeza
de que ese mundo en el que Dios enjugará toda lágrima,
ese mundo al que estamos llamadas todas y todos,
ya está en medio nuestro,
y crece y se manifiesta, por la acción del Espíritu Santo,
entre todos los pueblos y naciones,
entre todas las iglesias y todas las religiones,
en todos los lugares y en todas las generaciones.

A pesar de la violencia,
a pesar de la opresión,
a pesar de los Imperios y Poderes de este Mundo,
a pesar del aparente triunfo de quienes buscan y hacen el Mal.
creemos en la Iglesia,
en esa Comunidad de Creyentes
que procura ser Comunidad de seguidoras y de seguidores
de la causa de Jesús de Nazareth,
que es la causa de quienes sufren pobreza,
de quienes sufren hambre y sed de justicia,
de quienes hoy lloran,
de quienes son víctimas del odio, del insulto, de la exclusión,

Creemos en la Iglesia
Que es Una y Diversa,
Santa y Pecadora,
Comunitaria y Ecuménica.
Llamada a ser luz y sal de la Tierra,
convocada a ser signo de la gran Mesa Común
alrededor de la cual se sentarán las mujeres y los hombres
de la Nueva Humanidad,
viviendo en plenitud y para siempre
la total reconciliación de las y los humanos entre sí,
con la Naturaleza
y con Dios,
en el Nuevo Orden del Amor.

Creemos que ese Dios Amoroso
nos convoca a ser constructores y testigos de la Nueva Humanidad,
que Su Espíritu nos ilumina y fortalece en el diario caminar hacia los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
y que por Cristo, con El y en El,
nos da la gracia de ser ciudadanas y ciudadanos de ese Nuevo orden,
ahora y en la hora de nuestra resurrección.

Amén.
Carlos Bonilla A
Pastor y poeta

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